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Un padre recupera el iPhone robado de su hija y desencadena la detención del ladrón

En un giro inesperado, la tenaz búsqueda emprendida por un padre para recuperar el teléfono móvil sustraído a su hija durante una noche de fiesta no solo ha resultado en la recuperación del valioso dispositivo, un iPhone 13 Pro Max valuado en 1.300 euros, sino que también ha llevado al ladrón directamente tras las rejas. Aunque el delito en sí es cuestionable, no parecía merecer una sanción tan severa para el autor. Sin embargo, el protagonista de esta historia, Jamal K., quien previamente se había comprometido a no reincidir para evitar una pena anterior relacionada con el impago de una pensión alimenticia de 8.000 euros a su hijo, ahora enfrenta la revocación de su suspensión de condena. En resumen, el hurto del teléfono móvil le costará al ciudadano marroquí tres meses en prisión.

Los acontecimientos tuvieron lugar alrededor de las 7:45 de la mañana del pasado 18 de junio en el bar Ambassador, ubicado en la calle San Vicente Mártir de Zaragoza. Según declaraciones de la denunciante en la comisaría, en cierto momento, una camarera del local alertó a su grupo de amigos sobre un hombre que había estado fisgoneando en sus pertenencias. Al revisar para verificar si algo faltaba, descubrieron que el individuo en cuestión se había marchado con el valioso teléfono.

Al enterarse de lo sucedido por boca de su hija, el padre decidió activar la función de geolocalización del teléfono para intentar rastrearlo. La estrategia resultó exitosa, ya que rápidamente logró ubicar el dispositivo en un bloque de viviendas en la calle Torres de Quevedo, en el barrio de Las Delicias. Sin importarle tener que esperar varias horas en el portal, poco antes de las siete de la tarde, la señal de posicionamiento del teléfono comenzó a moverse. Fue en ese preciso momento que el padre de la joven avistó a un individuo con características similares al presunto ladrón salir del edificio.

Decidiendo no dejarlo escapar, el hombre siguió al sospechoso durante varios minutos, lo que le permitió capturar una fotografía y enviársela a su hija, quien confirmó que se trataba de la persona que se había llevado su iPhone 13. Además, la señal de geolocalización del teléfono coincidía con el recorrido de este individuo. Con todas las pruebas en mano, el padre confrontó a Jamal K., quien se vio obligado a confesar haberse apropiado del móvil y devolverlo.

Determinado a llevar el caso a las autoridades, el valiente padre llamó al número de emergencias (091) para informar lo sucedido y solicitar la intervención policial. Poco después, una pareja de agentes detuvo al ladrón en el paseo de Calanda. Ayer, Jamal K. compareció ante el Juzgado de lo Penal número 2 de Zaragoza en calidad de acusado por estos hechos. Siguiendo el mismo patrón que el 18 dePadre logra recuperar teléfono robado y ladrón enfrenta consecuencias legales

Los hechos tuvieron lugar alrededor de las 7:45 de la mañana del 18 de junio en el bar Ambassador, ubicado en la calle San Vicente Mártir de Zaragoza. Según el testimonio de la denunciante en la comisaría, una camarera del local alertó al grupo de amigos de la joven sobre un hombre que había estado registrando sus pertenencias. Al revisar, descubrieron que el individuo se había llevado el valioso teléfono.

Una vez informado de lo ocurrido, el padre decidió utilizar la función de geolocalización del teléfono para intentar localizarlo. Su persistencia dio frutos, ya que pronto logró rastrear el dispositivo hasta un edificio residencial en la calle Torres de Quevedo, en el barrio de Las Delicias. Sin importarle el tiempo de espera, el padre permaneció en el portal hasta que, cerca de las siete de la tarde, la señal de ubicación del teléfono comenzó a moverse. En ese preciso momento, observó salir del edificio a un individuo que coincidía con la descripción del presunto ladrón.

Decidido a no dejarlo escapar, el padre siguió al sospechoso durante varios minutos, lo que le permitió tomar una fotografía y enviársela a su hija, quien confirmó su identidad como el responsable de la sustracción del iPhone 13. Además, la señal de geolocalización del teléfono coincidía con el recorrido de esta persona. Con todas las pruebas en mano, el padre confrontó a Jamal K., quien finalmente confesó haberse apoderado del móvil y lo devolvió.

No satisfecho con simplemente recuperar el dispositivo, el padre decidió llamar al número de emergencias (091) para informar sobre lo sucedido y solicitar la presencia de la policía. Poco después, una pareja de agentes detuvo al ladrón en el paseo de Calanda. Ayer, Jamal K. compareció ante el Juzgado de lo Penal número 2 de Zaragoza como acusado de los hechos. A pesar de haber reconocido su delito y aceptado una condena de seis meses de prisión, su abogado logró que la ejecución de la condena fuera suspendida. Sin embargo, no podrá evitar que la condena previa lo lleve a la prisión de Zuera.