Expertos en pediatría, psicología y logopedia han lanzado una preocupante advertencia sobre el creciente número de niños menores de tres años que muestran un retraso psicomotor, relacionado con una disminución en el desarrollo del lenguaje, debido al abuso de las pantallas en un período crucial de su desarrollo.
La psicóloga Silvia Álava destaca que el 85% del desarrollo neuronal, incluyendo la comunicación y el bienestar social, ocurre durante los tres primeros años de vida. Por lo tanto, el uso desmedido de dispositivos tecnológicos en esta etapa puede afectar gravemente su crecimiento.
Mercedes Bermejo, del Colegio Oficial de Psicología de Madrid, respalda esta preocupación al señalar que los niños dejan de recibir estímulos sensoriales importantes durante su infancia debido a la sobreexposición a pantallas, lo que puede tener consecuencias negativas en su desarrollo.
La pediatra Pilar Mallada advierte que la estimulación excesiva con pantallas puede llevar a los niños a confundir la realidad con la ficción, afectando su capacidad de percepción y comprensión.
Los especialistas insisten en que los niños necesitan aprender en contextos naturales y evitar la sobreestimulación que puede provocar la tecnología, ya que esto podría causar aburrimiento en la escuela si los maestros no siguen el ritmo al que los niños se han acostumbrado con las pantallas.
Lamentablemente, este problema afecta a todas las edades y ámbitos, y las consultas de pediatría están cada vez más llenas de lactantes en carritos que miran pantallas, mientras se observan más conflictos en las dinámicas familiares.
La logopeda Sara Serrano Díaz destaca que las familias, cada vez más ocupadas, recurren a los dispositivos para entretener a los niños, lo que afecta negativamente su desarrollo.
Estudios científicos respaldan que el exceso de tiempo frente a las pantallas está relacionado con una disminución de la materia blanca en el cerebro, lo que afecta el aprendizaje del lenguaje.
Los expertos enfatizan la importancia de seguir las recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría, que sugiere evitar el uso de pantallas antes de los dos años y limitar su uso a media hora al día hasta los 12 años, siempre con control parental sobre los contenidos.
El debate no radica en si la tecnología es buena o mala, sino en el uso adecuado que se hace de ella en los menores de tres años, considerando las graves consecuencias que podría tener en su desarrollo futuro.
El abuso de las pantallas puede generar problemas futuros, como mal manejo de las emociones, falta de concentración, inmadurez emocional y dificultades en las habilidades sociales y de comunicación en la vida real. Asimismo, se asocia con posibles problemas físicos, como hipertensión, obesidad y problemas oculares.
La logopeda advierte que el uso de tabletas en clase para la lectura en niños menores de 8 años está afectando negativamente su comprensión lectora y capacidad de pensamiento crítico y reflexión.
En resumen, los expertos hacen un llamado a tomar conciencia sobre el impacto del abuso de pantallas en los niños pequeños y a adoptar medidas para garantizar su desarrollo integral y saludable.
