En un importante operativo policial, la Policía Nacional logró la detención el sábado 1 de julio de un individuo implicado en la captación de combatientes yihadistas para unirse al Estado Islámico. El arrestado, un hombre de 40 años oriundo de Tayiquistán, fue interceptado en el aeropuerto de Barcelona-El Prat, donde había llegado en un vuelo procedente de México. Sobre él pesaba una Orden Internacional de Detención por su presunta participación en una red dedicada a reclutar soldados para las filas yihadistas.

La información proporcionada por la Policía Nacional revela que los agentes especializados en la lucha contra el terrorismo tuvieron conocimiento de la llegada del sospechoso a España y rápidamente establecieron un dispositivo para su localización y posterior arresto. Tras su detención, el individuo fue puesto a disposición judicial en la Audiencia Nacional, que determinó su ingreso en prisión. Las autoridades policiales han informado que se le imputan cargos relacionados con el terrorismo.

Según las investigaciones realizadas, se descubrió que el detenido se unió a las filas del grupo terrorista Daesh en el año 2014, a partir de lo cual comenzó a reclutar personas procedentes de las antiguas repúblicas soviéticas. Entre aquellos reclutados se encuentra un ciudadano de origen uzbeko que terminó combatiendo en Siria. Además, el individuo en cuestión habría financiado el viaje de otras personas, incluyendo compatriotas suyos, hacia zonas de conflicto, principalmente Siria. Las autoridades judiciales de Tayiquistán emitieron una Orden Internacional de Detención en su contra por actividades relacionadas con el terrorismo.

Durante el apogeo del califato, entre los años 2014 y 2015, se estima que entre 2.000 y 4.000 combatientes extranjeros provenientes de Asia Central se desplazaron hacia las zonas de conflicto, especialmente Siria. Entre ellos destacó el «Batallón del Imán Al Bukhari», compuesto en su mayoría por combatientes uzbekos, incluyendo a muchos menores de edad.

La exitosa operación fue llevada a cabo por los investigadores de la Comisaría General de Información, en estrecha coordinación con la Brigada Provincial de Información de Barcelona y la Comisaría del Aeropuerto de El Prat.