En un impactante desarrollo policial, agentes de la Policía Nacional han arrestado a un hombre de 30 años, cuyo origen es de nacionalidad paraguaya, acusado de una serie de delitos atroces en la localidad valenciana de l’Horta. Las acusaciones incluyen tres cargos de agresión sexual a menores, con actos inaceptables de tocamientos a tres niñas, así como otros dos delitos de exhibicionismo y provocación sexual por exhibir contenido pornográfico, instigar prácticas sexuales y masturbarse frente a dos niños.
El proceso de investigación se inició tras la alarma generada por la presunta agresión sexual a dos hermanas, una de ellas menor, quienes habrían sido víctimas de los avances sexuales del sospechoso, identificado como un amigo de la familia. Según las pesquisas, los abusos habrían comenzado cuando el hombre también era menor y la víctima tenía apenas 5 años, sometiéndola a tocamientos durante más de una década.
Asimismo, los investigadores descubrieron que la otra hermana, actualmente menor de edad, también habría sido víctima de este depravado comportamiento en múltiples ocasiones. El agresor se aprovechaba de la situación, recogiendo a la niña del colegio cuando su madre trabajaba, lo que le daba la oportunidad de quedarse a solas con ella en el domicilio y llevar a cabo sus actos repudiables.
La pesquisa adicional reveló otro caso de agresión sexual perpetrada por el acusado contra otra menor, y también se encontró evidencia de otro incidente de naturaleza sexual que involucraba a dos jóvenes, quienes eran menores en ese entonces. Al parecer, el sospechoso les mostraba contenido pornográfico y los instigaba a realizar prácticas sexuales mientras él se masturbaba.
Un aspecto especialmente perturbador en este caso es que el acusado se valió de su posición como miembro destacado de una asociación religiosa en la capital del Turia para ganarse la confianza de los menores y sus familias. Utilizó la relación de amistad existente entre su familia y las de las víctimas para acercarse a ellos sin levantar sospechas.
La diferencia de edad entre el agresor y las víctimas, sumada a la inmadurez de estos últimos debido a su corta edad, contribuyó a garantizar la falta de resistencia y el secreto sobre los actos perpetrados. Con artimañas y manipulación, el agresor convencía a los niños para que guardaran silencio, haciéndoles creer que se trataba de un juego secreto compartido solo entre ellos.
Los desgarradores hechos se prolongaron durante varios años, y las autoridades no descartan la posibilidad de que haya más víctimas involucradas. Con base en las contundentes pruebas y las declaraciones de las víctimas, el acusado ha sido detenido y enfrentará tres cargos por agresión sexual a menores, así como otros dos cargos por exhibicionismo y provocación sexual también a menores. La sociedad espera que se haga justicia para proteger a los más vulnerables de este tipo de comportamientos aberrantes.
